La función básica de la glándula mamaria es la lactancia; sin embargo, la mayoría de las ovulaciones no acaban en gestación y, en consecuencia, los cambios preparatorios de la mama para conseguir la lactancia no se completan como debieran. Naturalmente la adecuada maduración del tejido mamario se realiza durante el embarazo.
Las fluctuaciones hormonales que conllevan los ciclos naturales o artificiales (anticonceptivos) exponen al tejido mamario a cambios estructurales que favorecen la aparición de enfermedades benignas como fibrosis o quistes, acompañados o no con síntomas incomodos, como también a procesos malignos que pueden comprometer seriamente la salud